Cuando se acaba el petróleo volvemos a los hematíes.
Realizar una labor en el campo o en el monte "a sangre" quiere decir que estamos recurriendo a la tracción animal: mulos, bueyes. caballos, camellos... los socios del ser humano desde hace milenios vuelven a cotizar cuando el barril de petróleo alcanza los 120 dólares. En el Rajastán indio los camélidos retornan a los caminos y su demanda sube su precio. ¿Vuelve el tiempo de la lentitud, del olor a bosta, del abono orgánico para los campos? ¿Nos ayudarán los amigos animales a volver a poner al clima en su sitio?
Que no, que no es broma, que lo dice el Financial Times.
Arre, Lucero!!
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