viernes, 7 de septiembre de 2007

Pedalín anda suelto

La conexión entre el cemento y el automóvil puede no parecer inmediata. Pero lo es. Las grandes áreas urbanizadas que vemos expandirse por todo el territorio solo son posibles gracias a esos oscuros objetos de deseo que son los coches. Gracias a ellos la ciudad se extiende, como la onda expansiva de una bomba, vaciando los centros tradicionales y convirtiéndolos con frecuencia en zonas abandonadas, degradadas y pasto de la especulación.

No voy a entrar en los efectos negativos del uso masivo del automóvil citando tan solo: ocupación del espacio urbano publico habitable, contaminación, peligrosidad de la calle, consumo energético, desigualdad, insostenibilidad, etc etc. Ni tampoco voy a extenderme en lo bueno que es ir en bici , a saber: ausencia de humos, cuerpos danone, minimización del consumo energético, compatibilidad del uso del espacio con el peatón, ahorro económico, etc etc.

Pues bien, todo esto para introducir a un personaje que para explicarlo lo hace mejor que yo, desde lejos. En las barnas han creado a este excelso personaje, que la va a liá. Aquí tenemos a PEDALÍN. Disfrutad con el vidio, tope maqueao.



Pues eso. El dia 22 de septiembre, súbete a tu bici.

Para los interesados en estos temas en la comarca de l'Alacantí tenemos la plataforma por la movilidad de la comarca . Ah, y quien no sepa de que va eso del decrecimiento, tenemos una de nuestras favoritas y la del moviment pel decreixement, que tampoco tiene desperdicio

martes, 4 de septiembre de 2007

El pequeño paraíso



De enlace en enlace y tiro porque me toca he llegado a este texto de Valéry Larbaud, literato francés, políglota, dandi y caminante impenitente que recaló a principios del siglo XX por San Vicente del Raspeig, nuestra patria chica y uno de los enclaves más contaminados del País Valenciano. Lean y nostalgien (o rabien), porque la Serreta que mencionan estas líneas desapareció en el horno de clínker de la cementera. Enterita.

"San Vicente me gusta cada día más. La primavera en la Huerta es algo diferente de la primavera junto al mar. Hemos tenido al menos dos o tres tardes cubiertas y ha llovido dos ve­ces. Ondas de fina lluvia, una especie de «Llovizna escocesa». Son tardes casi inglesas, con los aromas y las blandas brisas de los Downs. Hay incluso nubes muy bajas en las montañas. Pero la Sierra, incluso rodeada de esas largas y blandas nubes, no se parecía a ninguna otra, era realmente muy española. No tenía nada de común con Suiza ni con el País de Gales, y ofrecía una especie de sombría grandeza.
Hemos tenido también mañanas calurosas. Una de ellas llegué hasta la primera fila de las colinas que se encuentran viniendo de la costa, y que aquí se llaman la pequeña Sierra (la Serreta). Es una cadena que forma, en efecto, una sierra en miniatura, y se asemeja, cuando uno se acerca, me senté para fumar. Había un fuerte aroma a tomillo mezclado con el de otras muchas plantas. Era el día de la Ascensión, en que las muchachas van al campo, para coger plantas medicinales, y donde se dice que las hojas de los olivos se entrecruzan todas al mismo tiempo, a la misma hora.
Yo también fui al campo, bordeando las acequias y descubriendo muchas plantas desco­nocidas para mi. El sistema de irrigación, con las acequias de piedra y las grandes balsas (aljibes), da a esta zona un aspecto de alta civilización. Incluso parece mucho mas cuidadosamente cultivada que la mayoría de las regiones inglesas. Se ven, sin embargo, muchos espacios sin cultivar y las cercas son, afortu­nadamente, desconocidas."


Valery Larbaud, Diario de un Alicantino (1927 -1920)

lunes, 3 de septiembre de 2007

De las cenizas


El incendio de Castellón, que parece que ha dejado unas 5.500 hectáreas calcinadas, ha sido el broche de carbón de un verano muy tranquilo en lo que a incendios se refiere (en la Península). Evidentemente, la razón de tan poco fuego no ha sido la superfantástica UME del Ejército -los chicos más buscados por la prensa este estío-sino las suaves temperaturas y las lluvias intermitentes que nos han acompañado estos últimos meses. Cuando se tuvieron que producir incendios, se produjeron, como el de Les Useres: viento seco de Poniente y altas temperaturas. La responsibilidad principal, por supuesto, recae sobre la misteriosa compañía eléctrica que realizaba trabajos en el monte en un día de máximo riesgo. Apuntamos algo más: con los nuevos paisajes interiores llenos de parques eólicos con su correspondiente red de cableado de alta tensión vamos a tener que estar más que atentas los próximos veranos, quizá no tan amables como el que se va acabando.


Y para no dejar a nuestra audiencia con sabor a ceniza en el velo del paladar, publicamos una hermosa foto, aunque no lo parezca. Lo que rebrota debajo de los palos requemados es la humilde Coscoja, heroína del bosque mediterráneo y prima pequeña de encinas y robles que, si la dejan, se encargará de sujetar el suelo para que no se pierda con las lluvias otoñales. La zona que muestra la foto se quemó en marzo de este año, también en la provincia de Castellón.