viernes, 21 de marzo de 2008

Calidad del aire en la provincia de Alicante

Fuente: EeA/Colla Ecologista d'Alacant
A partir de los propios resultados recientemente publicados por la Conselleria de Medio Ambiente, Agua, Urbanismo y Vivienda que han sido estudiados con detalle por Ecologistas en Acción para supervisar el estado de la calidad del aire en la provincia de Alicante, se observa que las partículas en suspensión, los óxidos de nitrógeno y azufre ( no está en un estado ilegal en ninguna estación, pero lo roza), y el ozono son los contaminantes que exceden los valores legales en algunas de las diez estaciones de medida que la misma Conselleria tiene distribuidas por la provincia.

La información que suministran las estaciones de medida es parcial e incompleta, pues ninguna suministra al menos el 90% de la captura mínima de datos que recomienda la legislación en todos los parámetros de medida (Excepto para el ozono, para este parámetro la ley dice 90% en verano y 75% en invierno).

Las partículas en suspensión son el principal contaminante ambiental, y los valores superan los establecidos en la normativa vigente. Solamente cuatro estaciones de las diez (Alcoy, Monóvar, Orihuela y Elche-campo), si atendemos al escaso número de datos publicados en su web, cumplen los niveles del valor límite diario y el límite anual, incumpliéndolos las estaciones ubicadas en los principales núcleos urbanos (Alicante, Elche), donde vive la mayor parte de la población. De Benidorm no se poseen datos. Las estaciones con un número de superaciones mayor de los límites diarios son Elche (78 superaciones con tan sólo un 34% de todas las medidas posibles frente a las 35 superaciones permitidas anualmente por ley), San Vicente del Raspeig (51 superaciones con sólo un 53% de los datos posibles), Agost (51), y Alicante-Pla (45). Las partículas en suspensión, según los especialistas, son hoy día uno de los problemas de contaminación ambiental más severo, por sus graves afecciones al tracto respiratorio y al pulmón. Las partículas más grandes están detrás de numerosas enfermedades respiratorias, problemas cardiovasculares y cánceres de pulmón. La exposición prolongada a ese contaminante puede reducir la esperanza de vida entre varios meses y dos años.

Los niveles de óxidos de nitrógeno (NOx) (el valor medio de este dato, no está publicado en la web, en la parte de “evaluación, análisis e interpretación de datos”. Los datos puntuales están, pero no la interpretación.) de las estaciones de Elche (73 microgramos/m3), Alicante-Renfe (70 microgramos/m3), y Alicante-Pla (56 microgramos/m3) superan el límite legal de 46 microgramos por metro cúbico. Los óxidos de nitrógeno son irritantes y reactivos y están relacionados con varias enfermedades respiratorias crónicas, el envejecimiento prematuro del pulmón y la disminución de su capacidad funcional.

Asimismo si atendemos al ozono troposférico, es decir, en la zona baja de la atmósfera , las estaciones, Elche-Campo (62 días de superación), Monóvar (20 días) y San Vicente del Raspeig (17 días), rebasaron el número legal de 25 días en los que se “permite” que se supere el valor límite octohorario (120 microgramos por metro cúbico). En dos ocasiones se superó en la estación de Elche 3 (Bomberos) y Mónovar, el valor umbral para el que es obligatorio el aviso a la población (180 microgramos). El ozono es un contaminante preocupante ya que es un potente oxidante que produce daños a la vegetación y puede producir diversas afecciones respiratorias (alergia, asma).

En lo que respecta al dióxido de azufre, en la estación de San Vicent del Raspeig se superaron durante 17 ( son 11 NO 17) horas el límite horario para la protección de la salud (350 microgramos/m3), siendo preocupante los episodios del 18 de marzo y el 11 de mayo de 2007 , ya que durante dos horas consecutivas se superó el valor de 800 microgramos/m3. La legislación “permite” que durante 24 horas en un año se pueda superar el límite horario. El resto de estaciones no presentan esas superaciones (sólo 1 vez para la estación de Elche-campo) por lo que, esas superaciones, están relacionadas sin duda con la contaminación de la cementera de Cemex S.A, de esa localidad. El dióxido de azufre es un gas irritante para las vías respiratorias y la conjuntiva, se le relaciona con la broncoconstricción en enfermos asmáticos y es un contaminante primario, origen de la deposición y lluvia ácida que causa graves daños a la vegetación y a los edificios.

El origen de estos contaminantes es diverso. Los óxidos de nitrógeno y las partículas en suspensión provienen fundamentalmente del tráfico rodado y de las grandes instalaciones de combustión (como la cementera). Es lógico por tanto que los niveles más altos se produzcan en las grandes ciudades, aunque en el caso de Alicante, hasta ahora las brisas marinas y la buena ventilación mantenía los niveles en bajos valores. El ozono es un contaminante secundario, que requiere altos niveles de insolación, y los valores máximos los podemos tener en zonas rurales distantes de los focos emisores de los contaminantes primarios. El origen del dióxido de azufre es industrial sin ninguna duda. La Organización Mundial de la Salud reconoce que la contaminación atmosférica causa la muerte prematura de entre 5.800 y 16.000 personas anuales en el Estado español.

Como conclusiones, para Ecologistas en Acción es muy grave la irresponsabilidad de la Administración Autonómica que soporta una red de medidores de la contaminación que no suministra los suficientes datos requeridos por la legislación vigente y que no establece planes de acción (obligatorios según la Directiva 96/62/CE) para las zonas en las que las concentraciones de uno o varios contaminantes superen los valores límites legales, como es el caso de la comarca de l’Alacantí (Alicante, San Vicent del Raspeig y Agost) y del Baix Vinalopó (Elche).

viernes, 14 de marzo de 2008

Incendio en La Devesa

El pasado día 6 de marzo se declaró en el Parque Natural de La Albufera, en la zona de la Devesa, un incendio forestal que calcinó cerca de siete hectáreas de pinar con típico matorral mediterráneo termófilo (palmito, aladierno, lentisco) y parte de una "mallada" (zona inundable poblada de juncos y carrizo) cercana a la Gola de Pujol. La riqueza en biodiversidad de este enclave es muy alta y su potencial didáctico enorme, ya que es una zona muy visitada por excursiones de colegios de toda el área metropolitana.



Uno de los miembros de La Cementera se desplazó hasta allí ayer al mediodía y tomó las fotos que ilustran este post. También colgamos una fotografía del año pasado de la misma zona.


Este incendio llega dos meses después de que el Gobierno aprobara un deslinde que permitiría, si se llega hasta el final del proceso, derribar el hotel de cuatro estrellas Sidi Saler, así como la urbanización de chalés La Casbah. El Boletín Oficial del Estado publicaba el 1 de enero la orden ministerial de 21 de diciembre de 2007 por la que se aprobaba este polémico deslinde. El tramo de costa afectado por el deslinde es de unos 3.900 metros de longitud, comprendido entre el Camino de la Rambla y Gola del Puchol, en el término municipal de Valencia, según se define en los planos fechados en julio de 2006 excepto las hojas número 64, 65 y 66 fechadas en julio de 2007, y firmadas por la jefa de la Demarcación y por el jefe de Servicio de Gestión del Dominio Público (Fuente: diario Las Provincias).

Esta decisión gubernamental ha levantado cierta polvareda en Valencia, hasta el punto de que una comitiva de vecinos llegó a abuchear a la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, en una visita que ésta realizó a Cullera el pasado 27 de enero (Fuente: diario El Mundo).







El mismo lugar, el año pasado

viernes, 7 de marzo de 2008

Valencia, ciudad de los regalos, ciudad de las bulas


Todo lo hace Valencia, todo lo quiere: Visita del Papa, Nueva Copa América, Ampliación del Puerto Mercantil, Circuito de Fórmula Uno, Fallas que duran un mes... Todo es derroche y color en la ciudad donde no se nos caen los anillos a la hora de darle (del bolsillo de todas!!) 25 millones de euros a un multimillonario para que dé premiso para traer unos coches de colores a petardear por las calles cuyo matenimiento pagamos y sufrimos todas. Es más, el Gobierno valenciano ha eximido al circuito de F-1 (que también pagamos todas: 20 millones de euros) de licencias urbanísticas y medioambientales. Es decir, que los de la Fórmula 1 pueden hacer lo que quieran y cuando quieran. Vía libre. Además, gratis.

Pero claro, es que esta ciudad ya está acostumbrada, plegada y sometida al abuso de unos pocos, lleva años entrenándose. Durante veinte días (y cada año se alarga un poco más), el colectivo falleril podrá cortar calles, colgar las luces de las fachadas, desviar el tráfico rodado, desplegar enormes jaimas de plástico, maltratar el arbolado urbano, emitir ruido por las noches por encima los límites legales, quemar gigantescas masas de poliuretano, bombardear con petardos cada segundo del día, neutralizar los servicios públicos de seguridad, emergencia y limpieza... Pero luego quien causa los problemas de esta ciudad son los subsaharianos que dormían en el Turia. No nos fastidien.



El prisionero de la torre (publicado en el diario Levante el 7 de marzo de 2008)

Néstor Ramírez


Son quiénes mandan en la ciudad de Valencia y lo hacen desde hace tiempo. En otros lugares llevan la voz cantante la burguesía, los sindicatos, la patronal, los comerciantes, los políticos o cualesquiera otros grupos de presión, pero aquí son ellos. Ya lo eran durante la dictadura. Incluso en los años en que Franco dio todo el poder a la Iglesia a cambio de que le permitieran entrar bajo palio en las catedrales, quiénes mandan pudieron con el Arzobispo que pretendía cambiar de fechas la fiesta de las fallas para que el bullicio y la jarana no coincidieran, como por cierto coinciden este año, con la Semana Santa. Y esos que mandan son, ya se habrán percatado, los falleros.Esa es la primera lección que han de aprender los funcionarios del Ayuntamiento de Valencia: los falleros son tabú. Sagrados. Intocables. Cualquier otro que moleste a sus vecinos se sentirá aplastado por el peso de la ley, pero si lo hacen los falleros no les ocurre nada, todo lo más recibirán una advertencia cariñosa acompañada de unas amistosas palmadas en la espalda. Los falleros tienen bula. Si un funcionario informa que se ha de sancionar a tal o cual Comisión fallera, no falta alguien que mande más y ponga en tela de juicio el buen funcionamiento de sus células cerebrales. "Meterse con las fallas -se escandalizará ese alguien-É ¡Tú estás loco!".


Pruebe usted a bajar a la calle, coloque en medio de la calzada cualquier obstáculo que impida la circulación de vehículos e informe al público en general que usted, porque sí, porque le apetece, acaba de prohibir el paso al tráfico rodado. Justo. Lo que está pensando. Antes de cinco minutos se hallará rodeado por decenas de policías e incluso es posible que acudan enfermeros con camisas de fuerza en sus equipajes de mano. Se cumplió la mitad del experimento. Iniciemos la otra media. Pasee por la ciudad estos días. Seguro que encuentra un montón de calles cerradas al tráfico, porque así lo quieren las comisiones falleras de turno, sin que haya agente de la autoridad que les recuerde que todavía falta buena cosa para que comience la Semana Fallera. ¿Quién va a atreverse a hacerlo si son los falleros quiénes mandan?


Hay un pulso invisible entre falleros y Ayuntamiento en que, año tras año, los falleros ganan terreno y se hacen con la ciudad cada vez por más tiempo. Cuando yo era niño había solo tres días de fallas y les aseguro que el dieciséis de marzo a las seis de la tarde un automóvil podía darse un garbeo por cualquier calle de la ciudad, porque la "plantà" no comenzaba hasta aquella misma noche. Hoy ¿qué voy a contarles que no sepan? El ayuntamiento deja de serlo a finales de febrero y no vuelve a funcionar con normalidad hasta el veinte de marzo. Entre esas fechas, la Casa grande es solo balcón para ver mascletàs, desfiles, entrega de premios y cremà de la falla fuera de concurso, y la ciudad entera queda en manos de los falleros, que no atienden a otras razones que las propias de la fiesta: fuego y ruido.


De momento la ocupación fallera dura unos veinte días, porque las fallas son muy grandes y se necesita mucho tiempo para montarlas. De acuerdo, pero eso me plantea unas cuántas preguntas.¿Serán las fallas más grandes en el futuro? ¿Se necesitará entonces más tiempo para plantarlas? ¿Seguirá el pulso Ayuntamiento-falleros a lo largo de los años? Si no cambia la tendencia actual ¿llegará el momento en que se inviertan los términos y Valencia sólo deje de ser fallera quince o veinte días? Ese camino llevamos pero, en fin, todo sea por el esplendor de nuestras fiestas josefinas.