Martinsa-Fadesa, antes conocida como Fadesa, es una de las empresas inmobiliarias, promotoras y de construcción más potentes de España. Su larga mano llega a prácticamente todas las comunidades autónomas de este país y hace años que se está instalando con éxito en países empobrecidos, donde se aprovecha de la laxa legislación ambiental existente para ir cometiendo tropelías ambientales.
Si ya parece aberrante que se construyan campos de golf en el sur de la Península Ibérica, ¿qué calificativo habrá que utilizar cuando estos se construyen en países donde no todo el mundo tiene acceso al agua potable? Pues bien, Martinsa-Fadesa debe conocer ese adjetivo.
Algunas asociaciones ecologistas de Marruecos están pidiendo ayuda para detener un macroproyecto de la empresa española en la desembocadura del río Muluya, un ecosistema valiosísimo al norte del país magrebí. Aquí reproducimos su llamamiento y el enlace en el que se puede firmar contra este proyecto.
Petición de firmas para salvar la desembocadura del río Mouluya (clasificado como sitio de interés biológico y ecológico y protegido por la Convención Internacional RAMSAR)
Para firmar la petición: http://1799.lapetition.be/
Esta petición internacional ha sido presentada por las asociaciones de protección del Medio Ambiente agrupadas en la Plataforma Ecológica del norte de Marruecos. Entre ellas: El Espacio de Solidaridad y de Cooperación de la región Oriental. Asociación Hombre y Medio Ambiente. Protección de las Cigüeñas Blancas (Berkane). Azir para el Medio Ambiente (Alhucemas).. ASTICUDE para la cultura y el desarrollo (Farkhana). Amigos del Medio Ambiente de Oujda. Amigos de Tafoghalt. MOUBADARA (Zaïo). ANELMA( Madagh) CHEMS (Ahfir).
El Sitio de Interés Biológico y Ecológico del río Mouluya tiene un valor ecológico innegable. Este río es el más grande de la cuenca mediterránea en la región del Magreb, así como el de más longitud de Marruecos. El estuario del Mouluya es el mas importante del Magreb.
Este sitio natural cumple además importantes funciones ecológicos, entre ellas, la absorción de las inundaciones del río. Su ecosistema es vital para la migración de numerosas especies de peces cuya supervivencia está amenazada y también un lugar de descanso, nidificación e hibernación para muchas especies de aves de interés mundial, como las gaviotas de Andouin o variedades raras de cercetas, por citar algunas.
Se caracteriza por una gran diversidad de hábitats, entre los que cabe destacar una playa arenosa que se cuenta entra las más largas del Mediterránea, un lecho de aspecto fluvial, permanentemente inundado, único en la cuenca mediterránea marroquí y un bosque de tamariscos considerado el más extenso y bello de Marruecos.
Su fauna y flora son especialmente ricas. A título de ejemplo, dos tercios de todas las especies de aves conocidas en Marruecos tienen en el estuario del Mouluya su hogar. Tanto la flora como los invertebrados y otras especies muestran una elevada tasa de endemismo y particularidades biogeográficas de gran interés.
La clasificación de esta zona como sitio de interés biológico y ecológico, así como su inclusión en 2005 en la lista de humedales de importancia internacional protegidos por la Convención RAMSAR, que protege a los humedales de importancia internacional, muestra hasta qué punto su biodiversidad y su vegetación acuática son importantes. Prueba de ello son los cinco ecosistemas que han sido censados en la desembocadura del Mouluya: marino, del estuario, de agua dulce, pantanoso y de lago.
Los diversos y variados paisajes del sitio de esta desembocadura hacen de ella un medio tremendamente rico. Su flora está constituida de numerosas plantas endémicas, poco corrientes, amenazadas o de propiedades medicinales y/o económicas. Estas plantas se pueden agrupar en tres grandes grupos vegetales que se pueden desglosar entre seis y ocho principales asociaciones.
La principales asociaciones del primer grupo, el de la vegetación dunar son las retamas y las amófilas, teniendo como especies dominantes la Retama monosperma, la Ammophila arenaria, la Salsola kali y el Lycium intricatum.
El segundo grupo, constituido por la vegetación que crece en las orillas del río y en las zonas pantanosas, se agrupa en diversos tipos de bosque, entre los que destaca el de enebro rojo. En estas agrupaciones vegetales, destacan las siguientes especies: Tamarix gallica y T. Boveana, Juniperus Phonicea, Juncus acutus, Scirpus, Thypa y Phragmites communis.
El tercer grupo lo forma la vegetación de la llanura salina: la Chamaeropie y la Salicornae. Las especies dominantes son Salicornia, Suaeda, Frankenia, Limonium Inula y Chameropso humilis.
En cuanto a los mamíferos, se han identificado 24 especies, entre las que se pueden citar los jabalíes, las mangostas y las nutrias. La riqueza de reptiles y quelonios es similar: 23 especies han sido catalogadas, entre ellas ocho de gran valor, como por ejemplo el eslizón rifeño, el lagarto marroquí, ambos endémicos, el eslizón de dos dedos (rarísimo), la tortuga griega y la tortuga verde, ambas en peligro de extinción.
Entre 201 y 208 especies de aves han sido identificadas en la zona protegida del Mouluya, de las que 30 son endémicas, poco corrientes o en peligro de extinción. De ellas, 99 se reproducen y 98 hibernan en este hábitat.
En virtud de su riqueza y su biodiversidad, el Estado marroquí a través de la Comisión Nacional encargada del Plan de Áreas Protegidas clasificó este hábitat en 1996 como sitio de interés biológico y ecológico. Este ecosistema fue incluido en 2005 en la Convención Internacional de Humedales de Importancia (RAMSAR). Cuando Marruecos firmó estas dos convenciones, se comprometió a garantizar la preservación de la naturaleza de este ecosistema.
Todos estos pájaros, todos los mamíferos, todos los reptiles y el resto de especies que viven en la zona- catalogados por científicos, universitarios y expertos-necesitan que se preserve este ecosistema, su hábitat natural, para sobrevivir y reproducirse. Esta zona protegida tiene una función, que no es otra que la de la preservación de la vida.
La desembocadura del río Mouluya se ve ahora amenazada con la desaparición y el exterminio a causa de tres proyectos en curso de realización: Una estación de extracción del agua del río Mouluya para regar los tres campos de golf de la urbanización Mediterrania-Saidía de la compañía española Martinsa-Fadesa y su filial Fadesa Maroc. La construcción de un colector para verter las aguas residuales y fecales de este complejo turístico en el río, lo que contaminará su agua, exterminará la flora acuática marina del ecosistema y tendrá un impacto negativo sobre la fauna avícola y terrestre del sitio protegido. La realización de una autopista que amputará a la zona protegida de una gran parte de su ecosistema.
Es imperativo detener estos proyectos a toda costa si se quiere salvar este ecosistema. Los proyectos citados, cuyo impacto medioambiental no ha sido estudiado, degradarán el ecosistema de forma muy grave y probablemente irreversible.
Por todas estas razones, los firmantes de esta petición, que se hará llegar al rey Mohamed VI de Marruecos, solicitan que se imponga una moratoria a la realización de esos tres proyectos, con el objetivo de buscar soluciones alternativas que no comprometan la preservación y supervivencia del sitio de interés biológico y ecológico del río Mouluya.
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