martes, 1 de enero de 2008

Cazadores, cazadores...


Una canción de un desaparecido grupo de Castellón, Tom Bombadil, tenía una letra tal que así (rima A-A):


"Cazadooores, cazadoores,os vamos a dar por culo cazadoores

Cazadoores, cazadoores,pronto veréis nuestras caras, mamones."


En La Cementera no tenemos un talante tan agresivo por lo común, y los cazadores (¿/as?), como cualquier colectivo, tienen representantes deleznables y otros encantadores aunque, como dice Joaquín Araújo:


" (...) la franja de intereses comunes entre naturalistas y cazadores resulta amplia y hasta cómoda. Que hay, por supuesto, un estrecho abismo, una herida abierta y, por tanto, separadora, en lo referente a matar. Acto que muchos vemos como una mala suerte que padecen los cazadores que se privan del inmenso placer de volver a contemplar la belleza y la libertad de otros seres vivos que siguen estándolo aunque hayas tropezado con ellos."


Por desgracia, desde que ha comenzado la temporada de caza, no hemos visto sino un buen montón de tropelías cometidas por muchos de los practicantes de este deporte: desde lazos y trampas no autorizados al uso de prácticas prohibidas o la simple falta de respeto al medio donde se realiza esta actividad. Así, siguen viéndose por nuestros campos miles de vainas de munición gastada que, desde hace ya algunos años, los cazadores tienen la obligación de recoger. Por si fuera poco, parece estar imponiéndose la moda de tirar al suelo las cajas de cartón donde va la munición, por lo que después de una jornada de caza el monte queda hecho unos zorros (y probablemente sin unos cuantos de estos simpáticos cánidos).


Igualmente resulta preocupante dónde encontramos estos restos. Si bien la normativa exige que, por seguridad de las que no somos cazadores, no se debe disparar a menos de 25 metros de los caminos, no es raro hallar cartuchos a menos distancia e incluso en el mismo centro del camino.


Por si acaso, los miembros de la Cementera le hemos aconsejado a nuestros/as compañeros/as obreros/as que, si salen a pasear por esos montes, lo hagan pertrechados de chaleco antibalas.
"Cazadores, cazadores..."


(Continuará)


El texto de J. Araújo pertenece a su libro Ecos... lógicos, de la editorial Maeva (año 2000).


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