martes, 10 de julio de 2007

A la Copa del América no le gustan los ecologistas


Algo que no habiamos previsto entre los efectos nocivos de la Copa del América es la privatización absoluta del espacio portuario público. En Valencia, ya no es la Autoridad Portuaria quien decide qué barcos entran en el puerto y qué barcos no pueden hacerlo; la que corta el bacalao es la empresa suiza ACM, organizadora del gran cotarro de la Copa y a la que los valencianos y valencianas hemos cedido tantos milloncejos de euros. El texto que sigue es un extracto de la noticia aparecida hoy en el diario Levante y firmada por J.M. Rambla. Los subrayados son nuestros.


Greenpeace acusó ayer a los responsables de la Copa del América de condicionar la entrada del Rainbow Warrior al puerto de Valencia a supervisar el contenido de la rueda de prensa programada por los ecologistas. Juan López Uralde, director ejecutivo de Greenpeace España no ocultaba su malestar. «Hemos tenido problemas políticos en muchos puertos donde se nos ha podido impedir la entrada, pero nunca nos había ocurrido que se nos quiera condicionar la entrada a lo que vayamos a decir o no».


Mario Rodríguez, responsable de la campaña Recuperemos el Mediterráneo destacaba que tras algunas gestiones la Autoridad Portuaria les remitió a la empresa ACM responsable de la Copa América que limitó su atraque a la zona de yates de lujo «algo éticamente inaceptable» y les advirtió, tras conocer que iban a dar una rueda de prensa, de que sólo ellos tenían el control de la imagen corporativa en esa parte del puerto . Por todo ello, Greenpeace optó por trasladar su base a Sagunt, donde el Rainbow Warrior atracó este domingo para denunciar el estado del Mediterráneo y, de la costa valenciana.

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