jueves, 5 de abril de 2007

En mi pueblo no hay narices

¿Saben aquello de 'erase un hombre a una nariz pegada'? Pues podemos decir de mi pueblo 'Erase un pueblo donde nadie tenía nariz'. Si, efectivamente, en San Vicente nadie tiene nariz, o eso o las pituitarias están absolutamente atrofiadas. Tanto es así que necesitamos de una universidad que tenemos al lado para decirnos que nuestro pueblo, pues eso, que huele mal (Diario Información 5/4/07)

Y yo me pregunto si es que nadie ha olido el ligero aroma que hace nuestro pueblo. Como dice la wikipedia sobre ese bonito elemento, el azufre:
tiene un color amarillo, es blando, frágil, ligero, desprende un olor característico a huevo podrido al mezclarse con hidrógeno y arde con llama de color azul desprendiendo dióxido de azufre
Véase al respecto también otra referencia al susodicho en esa joya del séptimo arte contemporáneo, Shrek, cuando el burro y el ogro suben la montaña del dragón y el asno le dice, mas o menos
Asno: Puaj, podrías no zurrarte ¿no?
Shrek: No he sido yo, ha sido el azufre.
Asno: Ya, no me vengas con esas. Yo no veo al tal Azufre por ninguna parte.
Shrek: Créeme, asno. Si hubiera sido yo, hubieras muerto.
De todo ello podemos sacar la conclusión de que es mejor tener al lado a una cementera que despide azufre que a un ogro que se tira pedos. Pero que con todo, el azufre apesta (pero no mata, al menos de forma instantánea como los cuescos de Shrek, parece que eso dice también el informe de la Universidad).

Con esto en la cabeza, cuando estas en plena plaza del ayuntamiento a las 12:00 de un sábado, llena de niños, carritos de bebe, parejitas de recién casados (San Vicente, mas que un pueblo dormitorio es un pueblo guardería) y percibes ese ligero tufillo, y miras al cielo y ves una nube pero en vertical, directa hacia allá y ¡oh casualidad! viene de por donde anda la cementera, arrastrada por el viento que justo sopla de esa dirección, bueno, en ese momento ves a la gente alrededor y te das cuenta de que nadie lo huele y te preguntas ¿seré un paranoico? ¿tendré la pituitaria ultra-sensible? ¿hice demasiados experimentos con el Quimicefa en mi infancia?

Pues no, señoras y señores, la universidad me da la razón y en este pueblo huele a azufre. Menos mal que tenemos a estos señores de la uni, tan comprometidos ellos con el medio ambiente, por que si no.... no se si dormiría yo muy tranquilo, desconfiando hasta de mis propias narices.

Y para que estos informes tan novedosos, originales y reveladores no se queden solos, les prodigo con unos datos, extractados del diagnóstico ambiental de la Agenda Local 21 de San Vicente, referentes a 2004. Para quien no lo sepa, los datos los proporciona el EPER (Ministerio de Medio Ambiente - Registro Estatal de Emisiones y Fuentes Contaminantes) y la IPCC es la Directiva Marco Europea vigente. El dióxido de azufre es SO2, y es curioso, supera casi 17 veces el valor permitido por la normativa.... ¿quizás es por eso que huele? Si ya lo digo yo. En este pueblo no hay narices.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo tengo una prima que le ha explicado a su hijo de dos años que lo que hay en el pueblo es una fábrica de chocolate.
Igual es que el rumor se ha expandido por ahí.

De todas maneras mi madre dice que hay días que el olor a azufre no se puede disimular, y conste que lo decía ya antes del estudio de la universidad.

Anónimo dijo...

Lo del olor a huevos podridos creo que es algo ya tradicional de San Vicente. Recuerdo las quejas de mi madre, cuando yo era un enano, protestando porque en pleno verano no podía abrir el balcón debido al olor!

E.